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Claves básicas para saber elegir un préstamo hipotecario

¿Estás pensando en pedir un préstamo hipotecario? Si tienes idea de comprarte una vivienda y vas pedir un préstamo hipotecario a tu banco o entidad financiera, te interesa conocer unas claves básicas antes de tomar cualquier decisión. A continuación, te explicamos las más importantes. ¡Comenzamos!

¿Qué es un préstamo hipotecario?

Antes de nada, comenzamos haciendo una pequeña aclaración de lo que es un préstamo hipotecario. A rasgos generales, un préstamo hipotecario es un servicio ofrecido por una entidad financiera en base a una garantía real como es nuestra vivienda, plaza de garaje, solar, trastero, etc. Los préstamos hipotecarios suelen utilizarse, principalmente, para adquirir una nueva vivienda o para reformarla. Este préstamo suele ser de larga duración, normalmente en un plazo de 15 a 30 años, sin embargo, su impago puede derivar en la pérdida de nuestra vivienda si la entidad prestamista inicia un proceso judicial contra nosotros.

A rasgos generales debemos tener en cuenta que podemos solicitar tres tipos de préstamos hipotecarios dependiendo del interés (fijos, variables o mixtos), dependiendo del tipo de cuota que paguemos y del tipo de moneda que utilicemos (normal o en divisas).

Así mismo, siempre que se inicia un préstamo se debe hacer una escritura pública que debe ser inscrita en el Registro de Propiedad.

Claves para elegir un buen préstamo

Lo primero que debes hacer antes de solicitar un préstamo hipotecario es asegurarte bien de si lo necesitas y si serás capaz de afrontar las cuotas una vez que lo hayas solicitado. Debemos pensar en frío y hacer cuentas de cuánto ganamos y cuánto suele ser nuestro ahorro. Así mismo podemos fijarnos metas para ahorrar, e incluso plantearnos la opción de esperar un poco más de tiempo antes de tomar ninguna decisión.

Como explicaba al comenzamiento, existen varios tipos de préstamos. Es conveniente que pienses bien el producto que necesitas y que elijas el que más te conviene. Ello influirá, sobre todo, en la cuota final que tendremos que ir pagando cada mes, así como en la cantidad total de la que dispondremos tras solicitar el préstamo hipotecario.

Comparar productos

Antes de pedir un préstamo hipotecario, te aconsejo también que te tomes tu tiempo para comparar todas las entidades financieras que te interesan y que estudies los precios.  Debes comparar principalmente el tipo de interés y las comisiones que nos cargará casa entidad prestamista.

Puedes comparar, por ejemplo, los prestamos hipotecarios que ofrece tu entidad bancaria tradicional, así como diferentes entidades financieras online o físicas. Un ejemplo de ello son los préstamos hipotecarios con ASNEF, entidad especializada en ofrecer este tipo de productos. Lo que tienes que tener claro es que, hoy en día, existen una gran variedad de entidades que ofrecen prestamos hipotecarios y por tanto debemos tomarnos nuestro tiempo en analizarlos y realizar cálculos para poder elegir la opción más económica.

Lee la letra pequeña

Fundamental, siempre, tanto en este caso como en todos, es que leas bien el contrato y que te fijes en la letra pequeña. Si no quieres llevarte ningún disgusto a la hora de pagar las cuotas o a la hora de finalizar el préstamo hipotecario debes prestar mucha atención a la letra pequeña. Así mismo, trata de consultar todas tus dudas con los prestamistas y de aclarar todos los puntos o cláusulas que no tengas claras.

Debes leer por completo los Términos y Condiciones del contrato y prestar especial interés a las condiciones de impago o demora. Recuerda, cualquier duda que tengas no dudes en preguntar a la entidad crediticia.

Recomendaciones

Para finalizar, te propongo una serie de recomendaciones que creo que te serán de gran utilidad. La primera de ellas es que nunca solicites un préstamo hipotecario para pagar otro, ya que de esta forma lo único que conseguirás es que la burbuja se haga más grande, y acabarás multiplicando tus deudas. Tampoco lo pidas si sientes que hay inestabilidad en tu puesto laboral. Es mejor que esperes que a que las aguas de calmen y una vez lo veas más claro, entonces des el paso. Y, por supuesto, asegúrate de pagarlo siempre. Si no pagas cuando es debido o no cumples con las condiciones del contrato tu historia financiera se verá tachada y, probablemente, tengas algún problema en el futuro si quieres volver a solicitar otro préstamo hipotecario.

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