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Pedir un préstamo para conseguir dinero rápido para poder comprar un coche o una vivienda está a la orden del día en la vida de cada vez más personas. Los préstamos personales son la mejor solución cuando tienes que hacer frente a un gasto inesperado de alta cuantía y no dispones del dinero necesario para hacerle frente.
A la hora de pedir un préstamo rápido es imprescindible tener en cuenta algunos detalles para saber qué tipo de préstamo se adapta mejor al tipo de perfil que tenemos y cuáles son las variables a considerar para que podamos devolverlo con mayor facilidad. A lo largo de este artículo queremos ayudarte a solucionar esas dudas.
Cuáles son los requisitos para pedir un préstamo rápido
Comunes a todos los préstamos, necesitarás ser un individuo mayor de edad y contar con un documento de identidad en vigor, además de tu última declaración del IRPF, tus últimas nóminas o el contrato de trabajo.
Algunas entidades, especialmente las bancarias, tienen en cuenta otros aspectos determinantes como, por ejemplo, que no estés incluido en ninguna lista de morosos. No obstante, cada vez son más las empresas de prestamistas privados que ofrecen créditos y préstamos con ASNEF o RAI, por lo que no tendrás que preocuparte si estás en esta situación, ya que muchas empresas de capital privado de renombre no lo tienen planteado como un factor excluyente a la hora de conceder o no un préstamo.
Consejos para pedir un préstamo
Compara entidades
No te quedes con el primer prestamista que encuentres. Lo ideal es que realices una comparación entre los distintos tipos de empresas de capital privado que existen y que elijas la que mejores intereses te ofrezcan. Busca las entidades financieras que ofrezcan las mejores ofertas para atraer al cliente y aprovéchate de sus promociones.
Comprueba tu situación financiera
Es necesario que tengas claro que realmente necesitas ese dinero urgente o si, ahorrando, puedes conseguir resolver ese gasto para el que quieres el préstamo. Para esto será necesario que estudies tus ingresos y tus gastos mensuales, de manera que puedas saber qué tipo de gastos podrás reducir y cuáles son imprescindibles (alquiler, comida, colegios, etcétera). Además, cuando hagas estos cálculos, siempre te recomendamos que dejes un margen para los imprevistos que pueden salir de manera repentina sin que contemos con ellos.
Estudia la cantidad que necesitas
Y no sólo el importe necesario, sino también cuándo serás capaz de devolverlo. Piensa que los plazos de devolución más largos son aquellos que más intereses tienen y, por lo tanto, los que menos te convienen. La mejor manera de planteárselo es en función de tus ingresos. Además, no es recomendable que pidas más dinero de que necesitas, por lo que tendrás que solicitar la cantidad más aproximada que te haga falta.
Busca una tasa fija
Las tasas variables son imprevisibles. Es posible que salgas beneficiado porque desciendan, pero también puede darse el caso contrario. Lo mejor siempre será apostar por la tasa fija y saber el monto que pagarás cada mes o trimestre, para evitar llevarte desagradables sorpresas.
No te excedas pidiendo préstamos
Las entidades suelen consultar el historial crediticio de los solicitantes a fin de conocer algunos datos relevantes como la solvencia de cada persona. Pedir préstamos de manera compulsiva no te beneficiará, ya que lo único que conseguirás es que los prestamistas (especialmente las entidades bancarias) decidan no ofrecerte más dinero. De la misma manera, no es nada recomendable que pidas más de un préstamo a la vez o, incluso, que pidas un préstamo para pagar otro préstamo.
Cumple las condiciones del préstamo
Especialmente en lo referente a devolver el préstamo solicitado en la fecha pactada, evitando los retrasos que sólo ocasionarán que tengas que abonar comisiones por intereses de mora y afectar de manera negativo a tu historial crediticio.
